The aesthetic evolution of the Acheulean biface

La tecnología ha sido una parte fundamental de la evolución humana, moldeando nuestra forma de vida, nuestra capacidad para sobrevivir y nuestra interacción con el entorno. Aunque solemos asociar la tecnología con la era moderna, su origen se remonta a millones de años atrás, mucho antes de la aparición del Homo sapiens. En este artículo exploraremos las invenciones, herramientas y técnicas desarrolladas por nuestros ancestros antes de nuestra propia existencia.

El inicio de la tecnología

Se cree que la tecnología comenzó hace aproximadamente 2.6 millones de años, aunque recientemente se han descubierto indicios de utensilios en huesos datados hace 3.4 millones de años. Diferentes especies de homínidos desarrollaron herramientas de piedra, que les permitieron cortar carne, cazar, encender fuego y enterrar a sus muertos. Se piensa que el aumento del coeficiente de encefalización, es decir, la relación entre el tamaño del cerebro y el tamaño corporal, fue el factor clave para el desarrollo de la tecnología en ciertos homínidos, ya que les proporcionó habilidades como el razonamiento, la resolución de problemas, la introspección y el lenguaje.

El uso de herramientas líticas más antiguas del que se tiene registro fue por parte de los Australopithecus afarensis, homínidos carnívoros que utilizaban implementos de piedra para cortar la carne de sus presas en lo que hoy en día es Etiopía. A lo largo del Paleolítico inferior, el uso del bifaz o hacha de mano de dos caras se extendió entre varias especies, como los Australopithecus, Homo habilis, Homo ergaster y Homo erectus. Es especialmente relevante el Homo habilis, considerado por muchos como nuestro ancestro directo, ya que se han encontrado numerosos bifaces junto a sus restos fósiles, demostrando un asombroso nivel de manufactura y una producción en gran escala.

Los primeros avances tecnológicos

Las primeras tecnologías desarrolladas por nuestros ancestros estaban estrechamente ligadas a la supervivencia de los grupos de cazadores-recolectores y a la obtención y preparación de alimentos. Hay evidencias sólidas de que hace aproximadamente 400 mil años, y posiblemente mucho antes, los grupos de Homo erectus ya controlaban el fuego. La invención de la ropa se estima que ocurrió entre hace 100 mil y 400 mil años, aunque no se han encontrado restos directos debido a la falta de conservación. Sin embargo, se ha estimado la antigüedad de esta tecnología humana a través del estudio de las pulgas que vivían en la ropa, en contraste con las pulgas que habitaban en el cuero cabelludo.

Un hito tecnológico importante fue el desarrollo del bifaz, considerado uno de los utensilios más representativos de la tecnología prehistórica. Su creación se atribuye a la industria olduvayense, que se extendió por gran parte de África, especialmente en lo que ahora es Kenia, Etiopía y Tanzania, desde la aparición del género Homo hace 2.6 millones de años hasta hace aproximadamente 1.7 millones de años. Aunque se desconoce qué especie de homínido fue responsable de los primeros bifaces, se cree que pudo haber sido un Australopithecus. El bifaz brindó ventajas significativas a los grupos de homínidos que lo adoptaron, tanto que aquellos que no lo utilizaron fueron desplazados del continente africano. No fue hasta hace unos 800 mil años que el bifaz apareció en Europa y Asia central. Este utensilio tenía una amplia gama de usos, desde cortar y cavar hasta raspar, hendir, perforar y golpear. Además, era fácilmente reciclable, incluso a lo largo de siglos.

El bifaz fue una revelación en el debate sobre la evolución humana, ya que desafió el prejuicio de que descendíamos de seres primitivos que dependían únicamente de su fuerza bruta. Se han encontrado bifaces de una manufactura brillante, simétricos y equilibrados, con un sentido estético propio.

La industria achelense

El achelense es una industria lítica que se desarrolló desde hace aproximadamente 1.6 millones de años hasta hace unos 100 mil años. Se caracteriza por la especialización en la fabricación de utensilios manuales. Especies como el Homo habilis y el Homo erectus desarrollaron hachas de mano, cuchillos, raspadores, martillos, utilizando materiales como basalto, silex, calcedonia y otros, según la disponibilidad en cada región. Debido a la similitud de las herramientas y la transferencia de técnicas entre distintos grupos humanos arcaicos, se cree que el conocimiento de la fabricación de estas herramientas se transmitió a lo largo del tiempo. Durante el achelense también se inventaron instrumentos ligeros de hueso para la confección de herramientas y se especula que comenzó la fabricación de ropa. Hacia el final del achelense, hace unos 200 mil años, vivió el ancestro común de todas las poblaciones humanas modernas, una persona que utilizó la tecnología de su grupo y de sus antepasados y la transmitió de forma continua a sus descendientes. Estas poblaciones desarrollaron innovaciones como la domesticación de animales, el arco, el sistema de numeración, la cerámica, la agricultura y la metalurgia, temas que exploraremos en la segunda parte de esta serie.

Es sorprendente cómo la tecnología fue desarrollada y adoptada por diferentes especies e incluso géneros a lo largo de más de dos millones de años. Desde sus inicios, la tecnología ha traído consigo tanto beneficios como posibles daños. El bifaz, por ejemplo, fue utilizado para obtener más carne de los animales cazados y para preparar pieles que permitieran sobrevivir a los crudos inviernos, pero también fue utilizado como arma en confrontaciones entre grupos humanos.

En conclusión, la evolución de la tecnología antes de la aparición del Homo sapiens es un tema fascinante que nos muestra cómo nuestros ancestros fueron capaces de desarrollar herramientas y técnicas que les permitieron sobrevivir y prosperar en su entorno. Estos avances tecnológicos sentaron las bases para la posterior evolución y desarrollo de la humanidad. En la segunda parte de esta serie exploraremos las innovaciones tecnológicas que surgieron después del Homo sapiens y cómo estas contribuyeron al progreso de nuestra especie.

Fuentes:

  • Evidencia de consumo de tejidos animales asistido por herramientas de piedra hace 3.39 millones de años
  • La historia de la ropa
  • Cronología de la tecnología
  • El bifaz
  • El olduvayense
  • Excalibur, el misterio de la piedra roja

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