Contexto
Los objetivos se centraran en el período del reinado de Alfonso VI por tanto en el territorio de Castilla y de León en el siglo XI.
Considero éste un período de especial interés pues:
- Constituye el período de gran expansión de Cluny.
- Se cruzan tres ejes de gran dinamismo medieval como son el monacato de Cluny, la ambición imperial en este caso de Fernando VI y la vocación universalista de Gregorio VII.
- Se produce en el marco de la reconquista.
Éste contexto marca las tensiones e intereses personales, lo que da pie a un enfoque con nombres propios en los que la influencia femenina tiene protagonismo. Sus consecuencias fundamentan los avances posteriores marcando una línea de cambios trascendentes.
Tomo en consideración tres aspectos que planteo como eje del.proceso de benedictinización y que son:
- Primero el espiritual e ideológico del monacato.
- Segundo el aspecto social de la implantación en el territorio y en las relaciones con la aristocracia.
- Tercero el político y de poder donde entra de lleno Alfonso VI.
Tres aspectos que por separado han sido considerados cada uno como de influencia capital pero que pretendo abordar como hilo conductor hacia el tercero que abarcando ambos resalta la globalidad.del proceso de benedictinización.
El objetivo es por tanto señalar cuáles son las relaciones de poder y los intereses personales y cómo estos han intervenido en la transformación de la Hispania heredera del reino de Toledo y el ‘pais de los tesoros escondidos’ con la preponderancia de Cluny.
Índice preliminar
- Introducción
- El monacato
- El monacato español prebenedictino
- El orden cluniacense.
- La implantación
- Donaciones y litigios
- La guerra santa
- El.monacato repoblador
- Apogeo y relaciones de poder
- Los antecedentes a Alfonso VI
- Alfonso VI y Cluny
- El emperador de las dos religiones
- Posiciones e influencia femenina
- La europeización
- Análisis
distinta de la benedictina fuentes documentales de la Alta Reconquista, en busca de síntomas y vestigios de una posible benedictinización
Marca hispánica se adelantó notablemente al resto de los territorios peninsulares en el proceso de benedictinización: la restauración monástica subsiguiente a la liberación del Islam, se hizo ya en Cataluña, desde principios del siglo IX, bajo el signo común a la Cristiandad europea
Dentro del siglo X, se puede documentar la vigencia de la Regula Benedicti, como norma exclusiva, en algunos monasterios de León, Castilla y la Rioja. Pero hubo que esperar al siglo XI, a la apertura hacia Europa iniciada por Sancho el Mayor, para que, bajo la égida cluniacense, el fenómeno de la benedictinización llegara a generalizarse.
Mas tardía y sólo llegó a consumarse en vísperas de las entrada en escena del Císter
Fernando el Católico y la reforma de los benedictinos y benedictinas españoles (1474-1516)
San Isidoro y San Fructuoso, hemos de convenir en que la hética y la del noroeste son representantes típicas de dos concepciones muy diversas del monacato se manifiestan siempre en una doble función que mutuamente se bautizan y encasillan dando por resultado los célebres binomios que en ideas morales y ascéticas se denominan rigorismo-laxismo, integrismo liberalismo y ahora cristalizan en lo que han querido llamar tradicionalismo-progresismo»
Muy cenobítico y benedictinizante el Sevillano’-«‘; con una proclividad a la soledad en la celda y de un arcaísmo orientalizante el de Braga Mas para la Regula Isidori, así como no se ha discutido su abundante influencia agustiniana, sino en todo caso los textos concretos utilizados del Hiponense y la manera de hacerlo, se ha puesto en tela de juicio su recurso a la de San Benito. Nosotros creemos haberlo demostrado, e incluso en los pasajes 2.19fructuosianos de huella benedictina más bien nos inclinamos a pensar en una influencia mediata a través del Sevillano.
Se trata del pactualismo o monacato pactual, que sustituía la virtud de la inmolación unilateral del monje al abad por un contrato bilateral entre ambos tanto individualmente como a nivel comunitario.
LOS ORIGENES DEL MONACATO BENEDICTINO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA
3. La Regula Benedicti:
b) Su puesto en el monacato coetáneo … 98
10. Las zonas arcaizantes … 166
12. En torno a las causas del monopolio benedictino 179
LOS ORIGENES DE NUESTRO MONACATO. LA «REGULA
BENEDICTI» EN LA FLORACION VISIGOTICA.
LOS ORÍGENES DEL MONACATO BENEDICTINO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA
a) Las causas de nuestro primer retraso … 275
b) Regula Benedicti y Regula lsidori 277
c) Regula Benedicti y Regula Fructuosi 285
d) Regula Benedicti y Regula communis … 285
e) Otras huellas literarias benedictinas … . … 287
CAPITULO TERCERO
EL MONACATO PACTUAL
1. La noción del pacto monástico …… …. 291
2. Su puesto en la «ortodoxia» monástica … . 296
6. Pactos en la España reconquistada:
a) El Noroeste originario … … … … … … … … … … 308
CAPITULO CUARTO
TESTIMONIOS DOCUMENTALES DE LA VIDA MONASTICA.
EL MONACATO MOZARABE. LA VIDA COMUN DEL CLERO.
CAPITULO SEPTIMO
EL ESPALDARAZO CLUNIACENSE
1. Cluny
3. Navarra:
a) La monarquía de Sancho el Mayor …
4. Los estados occidentales. Fernando 1:
b) El concilio de Coyanza
e) Sus relaciones con Cluny
5. Alfonso VI:
a) Su enamoramiento cluniacense
b) La intervención pontificia …
e) La buena ventura del rey ..
d) La dolorosa cuestión del rito …
e) La duplicación del censo …
f) Sahagún y sus conflictos …
g) La leyenda dorada de san Lesmes en Burgos …
lz) La restauración de Toledo …
i) La Cluny III
Sancho III
Alfonso VIII inició su reinado a los tres años de edad, debido a la muerte prematura de su padre Sancho III
Alfonso X
Fernando IV
Alfonso XI,
Extractos documentos
En 1336, el papa Benedicto XII promulgó la bula Benedictina para incoar la renovación de los monasterios benedictinos.
- cenobio de Cardeña
Urraca I, enfrentada a su esposo Alfonso I de Aragón.
Alfonso VII, viendo el desorden de los monasterios benedictinos, solicita a Cluny la reforma de las diferentes casas en 1133. La operación se consuma en 1142, fecha en la que el cenobio burgalés es utilizado como moneda de cambio para las aspiraciones imperiales del rey. El cenobio es reducido a priorato y sus tributos entregados a la abadía borgoñona (de 2000 áureos a 200 maravedíes).
Reforma eclesiástica y relaciones sociales en León
Aristocracia, monasterios y conflictos por la tierra. Reforma eclesiástica y relaciones sociales en León (siglos XI-XII)
ReformaclesiásticaRelacionesSocialesLeón.pdf
económicos han tendido a delinear una dinámica en la que se distinguen dos etapas contrapuestas.
Durante la Alta Edad Media, un flujo de donaciones por la salvación del alma permitía el constante crecimiento de los patrimonios monásticos al tiempo que manifestaba la debilidad material de los grupos aristocráticos, el proceso se revertirse en el siglo XI, cuando los grupos aristocráticos, organizándose en estructuras familiares más cohesionadas y jerarquizadas en un contexto de
1Aristocracia, monasterios y conflictos por la tierra. Reforma eclesiástica y …
debilitamiento de la autoridad pública, los laicos comenzarían a adoptar una actitud agresiva hacia las instituciones eclesiásticas, usurpando propiedades del clero o reclamando las donaciones realizadas por sus parientes fallecidos
El Interés Político del Monacato Benedictino.
aaEl_Interes_politico_del_monacato_benedic.odt
La Lex monachorum se entiende como la expresión racional humana del Logos divino que libera al hombre de su culpable incapacidad para dar solución a los conflictos políticos, morales, epistemológicos, religiosos, económicos y, en una palabra, sociales que él mismo -no como individuo, sino como sociedad- ha generado.
La vida de los monjes acreditaba la misión de paz y buena voluntad, la honestidad y transparencia de intenciones de los primeros abades convencían rápidamente las los reyes bárbaros que pronto se convertían al catolicismo:
La clave del éxito de los monasterios benedictinos hay que buscarla en la Regla que San Benito redactó para sus monjes. Aunque en su prólogo, setenta y tres capítulos y epílogo no aparecen títulos tan claros y explícitos, varios autores coinciden en dividir el cuerpo de la obra en los siguientes temas o bloques:
1. Constitución orgánica del cenobio.
2. La vida espiritual.
3. Las oraciones litúrgica y personal.
4. Directorio del régimen interior y disciplinar.
5. Directorio Administrativo.
6. Reclutamiento y Jerarquía.
7. Últimos consejos para la perfección de vida.
8. Epílogo.
LA MONARQUÍA DE ESPAÑA LOS ORÍGENES (SIGLO VIII)
MONARQUÍA__ORÍGENES_SIGLOVIII.pdf 711 páginas toda la reconquista
porque sus protagonistas no buscaban reconquistar ni un reino ni una monarquía, recientemente destruidos por un invasor extranjero y musulmán. Lo que querían era conquistar, construir, unas nuevas soberanías, que se sustentasen en la única ins-titución que todos creían que persistía: la Iglesia y su Fe católica
GUERRA SANTA PENINSULAR
GUERRA_SANTA_PENINSULAR.pdf
Soporte de cluny a la guerra de los nobles y reyes Resulta difícil exagerar el inmenso impacto que la Orden de Cluny tuvo en la sociedad europea de los siglos X y XI, verdaderos siglos benedictinos, en particular en hechos de la importancia del movimiento de la Paz de Dios, las Cruzadas, el Camino de Santiago22 o la Querella de las Investiduras23. Cluny llegó a ser en la atomizada Francia del Año Mil un símbolo del orden, la unidad y la Paz en medio de las convulsiones de la Mutación feudal. Ciertamente, como ha apuntado Norman Cantor, en este periodo «el destino no solo de la religión sino también de la civilización en Occidente estuvo determinado en gran parte por el trabajo de los monjes negros»
Había en la disciplina cluniacense cuatro factores que explican este éxito fulgurante: a/ la exención de sus propiedades de toda jurisdicción temporal, con la consiguiente purificación de indeseables dependencias a las Casas nobiliarias;
b/ su vinculación directa desde el año 998 (privilegio del papa Gregorio V) a la Sede Apostólica omisso medio (es decir, con exención de la jurisdicción episcopal), exención extendida por Juan XIX en 1024 a todos los monjes cluniacenses ubicumque positi;
c/ la libertad de las elecciones abaciales, más allá de los intereses políticos y d/ la fama de la eficacia de su liturgia de oración por los difuntos, en la cual se van a especializar y que va a ser tan valorada por emperadores y reyes
Por consiguiente, para vincular a Cluny y, en general, al monacato benedictino con el nacimiento del espíritu de Cruzada no basta con señalar su implicación en la reforma gregoriana o en el movimiento de la Paz de Dios, por mucho que éste último fenómeno condujera, al cristianizar cierto tipo de combate y hacerlo así permisible, «inevitablemente a la sacralización de la guerra y preparara el camino a las Cruzadas»
En principio, la actitud del monacato benedictino hacia la guerra en sí misma no era precisamente propia de una mentalidad «pacifista». En este sentido los abades benedictinos de Alemania, Inglaterra y el ducado de Normandía no tuvieron el menor problema a la hora de proporcionar servicio de armas a sus señores feudales, los emperadores alemanes y los reyes anglo-normandos
Alfonso VI. La monarquizacion de la nobleza
La benedictinización cluniacense del monacato del occidente peninsular no fue un fenómeno restringido a la vida eclesial, sino que supuso una auténtica mutación política, cultural y espiritual en los reinos de Alfonso VI. Baste con recordar aquí someramente hechos como el matrimonio en segundas nupcias en 1079 de Alfonso VI con Constanza de Borgoña (sobrina del abad de Cluny), los matrimonios de sus hijas Urraca y Teresa con dos nobles borgoñones familiares del abad cluniacense, Enrique y Raimundo, a los que se hizo entrega de los condados de Portugal y Galicia, la introducción pontificia del rito romano en sustitución del rito mozárabe en 1080 (aunque esto no les sea imputable a los monjes negros, favoreció el conjunto del proceso) o el elevado número de monjes cluniacenses franceses que rigieron las más importantes sedes episcopales en el reino.
Sin duda, estamos ante lo que podríamos llamar una alianza políticodinástica en toda regla, una societas.
a cooperación estrecha de Cluny, a través del abad Roberto y Constanza de Borgoña, con la voluntad de resistencia a las exigencias papales por parte de Alfonso VI. De nuevo, como en tantas otras cuestiones, Cluny mantenía sus propios criterios, diferentes al programa de máximos gregoriano.
Acontecimiento crucial frente al que acaso hubo una fuerte reacción por parte de un sector de la Iglesia y la nobleza afectos a la tradición hispanogoda. Pero esta reacción, de la que quizá sea reflejo el destierro del Cid o la rebelión del burgo de Sahagún, ha sido silenciada por las fuentes de la época y solo conjeturas cabe hacer al respecto.
Lo cierto es que, tras constatar las resistencias que la entrega de Sahagún a Cluny había despertado y tras fijar el census duplicatus, Alfonso VI no entregó más abadías a los monjes negros en los treinta y dos de reinado que le restaban101.
ni Cluny ni la peregrinación jacobea tuvieron nada que ver con la introducción del cruzadismo en España. . La explicación de las peculiaridades de la ideología de la Reconquista plasmada en la cronística latina hispánica de la primera mitad del siglo XII se apoya en un único factor: el intenso papel cultural desempeñado por los monjes cluniacenses en León y Castilla en este periodo. Efectivamente, a lo largo del siglo largo que transcurre entre el acceso al trono de Fernando I (año 1037) y la muerte del emperador Alfonso VII (año 1157), los monjes cluniacenses venidos de Borgoña van a obtener una influencia política e ideológica en los reinos de León y Castilla (a los que proporcionó todo una generación de obispos y consejeros aúlicos), que no tiene parangón en el resto de la Europa del momento, según concluye Marcélin Defourneaux109.
Con todo, introdujeron una mutación discursiva relevante: obligaron al monarca a compartir el protagonismo casi absoluto que venía detentando en las crónicas como el héroe de la lucha contra el Islam con la nobleza, siendo la caballería del reino, ensalzada por los cronistas cluniacenses como adalides admirables de una guerra sacralizada contra el Islam. Ni que decir tiene que ello estaba en perfecta consonancia con lo que había hecho Cluny en Francia.
La imagen heroica del Cid que nos presenta la Historia Roderici
se puede afirmar que probablemente Cluny introdujo en España una cierta conciencia respecto al impacto social y moral de las devastaciones cometidas por los contendientes sobre la población civil cristiana124.
la imagen del rey Alfonso VI como Rex pacificus,
la Chronica Adefonsi Imperatoris.
reflejo de una visión cruzadista de la Reconquista ajena a la tradición neo-goticista propiamente hispánica131.
En consecuencia, la «heroización» caballeresca de resabios épicos ya entrevista en la Historia Roderici y la Compostelana, parece alcanzar en estos versos del Poema de Almería su máxima expresión, poniéndose en juego giros tanto bíblicos, como latinos.
CLUNY, FERNANDO I Y ALFONSO VI.
RELACIONES DE LA MONARQUÍA DEL REINO DE LEÓN CON LA REFORMA ESPIRITUAL. CLUNY, FERNANDO I Y ALFONSO VI.
Fernandocluny.pdf
Que Cluny en cierto sentido fue el moderador, no el único claro está pues siempre se debe contar con la voluntad de cada una de las partes comprometidas, entre los ideales imperiales de los reyes de León y las pretensiones universalistas del papado reformista.
Cluny les reportó a ambos fuertes y claros beneficios. Para los reyes, además de aquellos propiamente piadosos, debe tomarse en cuenta el prestigio, la influencia y el reconocimiento internacional que Cluny tenía ganado frente a otros reinos y al mismo pontificado. Para los abades cluniacenses el beneficio estaba en la influencia que ganaban en la ruta a Santiago de Compostela, la promoción de la reforma espiritual en el territorio hispano que conquistaba tierras de manos de paganos, y en contar con una inestimable fuente de recursos económicos que le permitieran sustentar tal empresa.
Para Bishko, autor que ha estudiado a fondo la vinculación entre Fernando I y Cluny
Bishko cree que el acercamiento y posterior alianza fueron para equilibrar los poderes políticos de León en el ámbito peninsular y extranjero en relación con la nueva situación de Aragón.
organizó hacia 1063 una expedición de reconquista de los territorios controlados por el Islam dentro de los límites pertenecientes a la propia corona aragonesa14,
abad Hugo hacia la época de 1080 fue en interlocutor por el cual Roma y Alfonso VI pudieron filtrar, hacerse asesorar, entenderse y hasta suavizar, sus mensajes del uno al otro.
Ante todo, la alianza de don Alfonso con Cluny pasaba por mantener la independencia política frente a las tentativas pontificias que, en los hechos o de manera teórica, amenazaron la potencia y jurisdicción de la corona leonesa.
para lo que aquí interesa, señala que la abadía hizo gestiones diplomáticas fuertes y eficaces, tanto que lograron liberar a don Alfonso. No es desechable la idea que la metáfora se refiera al mismo Hugo de Cluny dirigiéndose al rey Sancho como emisario y cabeza de la casa dedicada, fundada y reformada en honor a San Pedro y San Pablo.
para lo que aquí interesa, señala que la abadía hizo gestiones diplomáticas fuertes y eficaces, tanto que lograron liberar a don Alfonso. No es desechable la idea que la metáfora se refiera al mismo Hugo de Cluny dirigiéndose al rey Sancho como emisario y cabeza de la casa dedicada, fundada y reformada en honor a San Pedro y San Pablc23.
Una verdadera relación de Concilium et Auxilium es la que se produjo entre las dos instituciones.
Alianza de Alfonso VI con Cluny y la abolición del rito mozárabe
La alianza de Alfonso VI con Cluny yla abolición del rito mozárabe en los reinos de León y Castilla: una nueva valoración*
Alianza_Alfonso_VI_Cluny.pdf
n pacto, en virtud del cual los cluniacenses, a cambio del anhelado donativo, tolerarían la pervivencia de la antigua liturgia hispana en los reinos de León y Castilla. Cuestión distinta es que el acuerdo no diese los resultados apetecidos
o Gregorio VII. El nuevo papa, pocos días después de su proclamación, el 30 de abril de 1073, nombró legado en Hispaniaal cardenal Hugo Cándido. Y mediante otra epístola de la misma fecha, el pontífice puso de manifiesto que la Santa Sede tenía derechos sobre los reinos hispánicos, y, al margen de los reyes cristianos peninsulares, impulsó la campaña militar de nobles francos contra los musulmanes
, un compromiso por parte de Alfonso VI de promover el cambio litúrgico, pero que no debió de ir acompañado de una decidida actuación al respecto. Así parece deducirse de los acontecimientos posteriores.
Roberto, contra quien tan airado se muestra Gregorio VII, era, como es bien sabido, un monje cluniacense, delegado del abad Hugo de Cluny en los reinos de León y Castilla desde por lo menos 107622,abad de Sahagún en 108023y, durante sus años de estancia en estos reinos, consejero muy próximo y estimado de AlfonsoVI.
los reinos de León y Castilla eran los continuadores del reino visigodo de Toledo
el rey se comprometía a pagar anualmente a Cluny dos mil piezas del preciado metal (el doble de lo que entregaba Fernando I), y en el que hizo constar que efectuaba la concesión cediendo a los insistentes ruegos del monje Roberto, que se lo pedía día y noche (…domnus Robertus die hac nocte mici addere suasit…)28.Una insistencia que delata tanto la nula predisposición del monarca a una concesión de tal naturaleza como las apremiantes exigencias de la abadía,
Constanza de Borgoña en tan conflictivo asunto. La nueva reina llegaría a la corte de Alfonso VI debidamente aleccionada al respecto por su tío, el abad de Cluny.
Pero la mediación del abad Hugo de Cluny, tan espléndidamente recompensada por Alfonso VI, no dio los resultados apetecidos, y en 1080 el rey tuvo que plegarse a las exigencias papales.
se dirigió personal y directamente al monarca castellano-leonés, y, además, vinculó muy hábilmente dos cuestiones: lo concerniente al rito y la exigencia de que pusiera fin a su ilícito matrimonio, contraído cum uxoris tue consanguinea34.Gregorio VII había hallado la fórmula para doblegar la tenaz resistencia del rey.
Tuvo que aceptar asimismo la partida del monje Roberto, quien salió de los reinos de León y Castilla en cumplimiento de las órdenes de Gregorio VII.
En el futuro sus relaciones con la gran abadía borgoñona ya no serían las mismas, y no sólo por la ausencia del monje Roberto. La mediación del abad Hugo, que tan cara había pagado, se rebeló ineficaz.
fue depuesto Pedro de Cardeña39.Tampoco en esta crisis la mediación cluniacense, una vez más espléndidamente retribuida, rindió los frutos esperados.
I. Unas relaciones que debieron dequedar seriamente deterioradas a partir de 1080 y heridas de muerte diez años más tarde. Así se entiende mejor la actitud de Cluny en relación con la crisis sucesoria que tantas aflicciones provocó a Alfonso VI yasus reinos.
RELACIONS HISTÓRIQUES I ARTÍSTIQUES
OBSERV ACIONS SOBRE LES RELACIONS HISTÓRIQUES I ARTÍSTIQUES ENTRE CLUNY I LA PENÍNSULA IBERICA (SEGLES X-XII)
conveniencia de separar territorialment la Península Iberica, ateses les dife rents circumstancies historiques de cadascuna de les arees, a l ‘hora d ‘estudiar la recepció i el posterior desenvolupament de la reforma cluniacenca.
no vol dir que la Regla de sant Benet no fos coneguda, sinó que era una opcio més al costat, per exemple, de les de sant Isidor o sant Fructuós, i que no podia arrelar fins que no arriba institucio nalitzada a través de Cluny. Tant J. A. García de CortAzar com A. Linage Conde s’han preguntat sobre el perque d’aquest retard.
Sancho 111 el Ma yor de Navarra, Aixf, els primers contactes amb Cluny semblen respondre a la. relaci6 per sonal del monarca amb l’abat Odil6 per tal d’anar introduint els costums i l’espiritualitat benedictina en els seus territoris24• Cal, dones, desvincular aquesta primera via de relaci6 amb Cluny de la que a mitjan segle XI es dona al territori lleonés.
es passava, dones, d’una relaci6 fraternal, basada en la cessi6 de diversos centres reli giosos, a un vincle de clientela, basat en el pagament d’un cens de mil, primer, i de dos mil, després, mectales d’or.
«la alianza con Cluny constituyó un elemento esencial de éxito para la ex pansión dinástico-imperial del estado castellano-leonés».
no es dona tan sois a nivell monastic sinó que la majoria de prelats pontificis de les zones reconquerides foren monjos formats a Cluny.
El paper de Cluny a la Península Ibérica els regnats d’Urraca i d’ Alfons VII no ha estat encara prou estudiat. Si més no, es pot aventurar que aquests no pogueren mantenir l’alt cens atorgat a Cluny i que retorna ren a la prActica habitual de donar, quasi anualment, un monestir reial a l ‘abadía mare30• Altrament, aquest perfode ja correspon a la penetraci6 cistercenca en terres hisphniques.
En primer lloc, resulta difícil demostrar la primacia de Cluny dins deis camios de peregrinación;