Evolución tecnotipológica, bifaz
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La lámina presenta un bifaz, útil lítico del Paleolítico Inferior, pero que tuvo una larga cronología llegando hasta el Paleolítico superior.
Para su fabricación se sigue una cadena operativa que comienza con la selección de la materia, que normalmente era sílex o cuarcita (el de la foto parece ser de sílex). En cuanto a su fabricación, sigue un proceso generalmente parecido para todos los bifaces, partiendo de un nódulo o una lasca, se procede con un percutor duro (otra piedra) a devastarla para obtener esta forma alargada y se termina con percutor blando.
Es una pieza de talla bifacialmente con tendencia a la simetría sobre un eje longitudinal de la misma. En cuanto a su forma, es almendrada, clasificándose como bifaz lanceolado. Presenta bordes rectilíneos, ligeramente convexos y extremo aguzado y cortante y una base redondeada (vista de anverso) y en punta (vista de perfil) y globulosa. Tiene simetría y está equilibrado en su acabado. Según la leyenda mide 15 cm.
El bifaz es una herramienta prehistórica de cronología muy larga, que tiene su origen en los Chopping tool y evoluciona durante todo el Paleolítico Inferior, siendo el útil más característico del Achelense junto con otros útiles como: hendedores, triedros, raederas, raspadores que, también encontramos en el Musteriense de tradición Achelense del Paleolítico Medio, perdurando en el tiempo y siendo prototipo de puntas, cuchillos y hachas. Se trata de un útil de gran éxito debido a su facilidad para la talla, no exigencia con la materia prima, falta de especialización funcional, no necesita mucha planificación para su realización ni de un aprendizaje largo. No se sabe bien cuál era su utilidad, pero dada su versatilidad sirve para cavar, cortar, raspar, hendir, perforar, golpear.
Lo podemos situar en el Paleolítico Inferior Clásico, en la cultura Achelense aproximadamente 600-350 ka BP y va asociado al homo Heidelbergensis, en un periodo frío y seco, con espacios intermedios de mayor templanza. Este período se caracteriza por un alto porcentaje de útiles en núcleo y junto con los bifaces se pueden encontrar hendedores y triedros, además de otros de morfología retocada como las raederas y raspadores. En el Achelense peninsular no hay una evolución clara en los bifaces, sino que más bien se ven modificados dependiendo de la materia prima con la que están fabricados.
Los modos de vida y subsistencia de este periodo generan controversia entre distintos autores, para unos el homo de esta época era un carroñero oportunista (Binford) y para otros autores era un cazador experto. La tendencia actual, según los restos del yacimiento de Atapuerca, es la de creer que eran carroñeros oportunistas y cazadores de animales de mediano y pequeño tamaño, sin despreciar la recolección de frutos y practicaban un canibalismo gastronómico, se supone que, forzado por los periodos fríos de hambruna. Vivían en cuevas o abrigos y en hábitats al aire libre y en espacios abiertos cerca de vías fluviales o entornos de gran riqueza medioambiental o pasos de manadas de animales.
Tenían un conocimiento profundo del medioambiente y capacidad para prever las posibilidades que ofrece el mismo. Existen autores como Leroy-Gourhan que creen ver en la simetría del bifaz y en su acabado una cierta manifestación de arte, quizás un sentido estético, un signo de inteligencia en su realización. Sorprendente es el bifaz oval (llamado Excalibur) encontrado en la Sima de los Huesos (Atapuerca) junto con un conjunto de restos de Homo Heidelbergensis que han llevado a los estudiosos del tema a plantearse si se trata de una ofrenda funeraria, sin tener hasta el momento una respuesta certera
Extracto de información Studocu