Revolución Cubana. Coherencia con sus postulados

A principios del 59 había renacido la vieja revolución cubana, con sus banderas nacionalistas, moralizadoras y anti dictatoriales, que fue convertida por Castro en una revolución social. Lo novedoso de esta situación no era el autoritarismo sino la marcha hacia la revolución social.

En el 59 tuvieron lugar las primeras reformas, de tono populista y escasamente revolucionarias, seguidas de la nacionalización de intereses norteamericanos y de una reforma urbana que rebajo y congeló los alquileres. Éstas medidas se complementaron con campañas de alfabetización y una red sanitaria que garantizaba atención médica a toda la población

La economía fue controlada por jóvenes tecnócratas. Pero cuando el Che Guevara asumió el control del sector industrial y bancario, esos objetivos fueron dejados de lado. Guevara quería implantar el socialismo y en su búsqueda del hombre nuevo había que destruir la economía de mercado y

eliminar cualquier Incentivo material para reemplazarlos por incentivos morales pero la experiencia fracasó. Rafael Rodríguez, se mostró contrario al industrialismo de Guevara, ya que era partidario de un mayor gradualismo. Los fracasos condujeron al abandono de la industrialización y en un giro de 180° se volvió a explotar algunos productos primarios de baja productividad. Los continuos vaivenes entre el plan y el mercado, entre una economía centralizada y otra que no responde a los estímulos mercantiles. En el 63, Castro rescató al denostado sector azucarero señalando que en el 70 la economía azucarera obtendría una cifra de 10 millones de toneladas. Pese a los grandes esfuerzos no se pudieron alcanzar los objetivos. El curso errático de la .política económica es causa de la difícil situación actual

Esta primera fase de la Revolución cubana tuvo un marcado carácter nacionalista y anti-imperialista, En 1960 todas las empresas norteamericanas y las grandes empresas cubanas eran nacionalizadas.

En 1961, bajo el mandato de Kennedy, los exiliados cubanos, ayudados por la CIA, intentaron la invasión de la isla en Bahía Cochinos. El fracaso fue estrepitoso. La crisis llamada «de los misiles» siguió al intento de invasión, acabando con un acuerdo entre la URSS y EE.UU. Fidel se definió como marxista-leninista y la revolución dio un giro pro-soviético. Se impuso el modelo soviético en la elaboración de los planes económicos en contra de las tesis de Che Guevara, que abandonó la política cubana y acabó muriendo en Bolivia en 1967 al frente de un grupo guerrillero. En esta etapa (1965) se conformó la organización del Partido Comunista Cubano (PCC) con un único líder: Fidel Castro.

Cuba se implicó en conflictos internacionales en África. Especialmente importante fue su participación en el conflicto angoleño, en el que miles de soldados cubanos apoyaron al Movimiento Popular de Liberación (MPLA).

Algunos hechos, como el fusilamiento en 1989 de un héroe militar (Ochoa) y sus colaboradores, han dañado seriamente la imagen de Fidel Castro. Su imagen se ha deteriorado más aún debido a las penurias sufridas por la población cubana. Estas son en parte resultado de haber dejado de recibir ayudas de la antigua URSS y del bloqueo económico decretado por la administración Bush con la Ley Torricelli. El fin del régimen castrista no se ve cerca y los opositores al mismo han constituido dos formaciones políticas: Concertación Democrática, de tendencia centro-izquierdista, y Coalición Democrática Cubana, de tendencia conservadora.

En Cuba, la transición del castrismo a la democracia es un problema en sí mismo, dada la polarización en que vive la sociedad cubana, incluido el vastísimo exilio de Miami. La resistencia de Fidel y de buena parte de sus numerosos seguidores a aceptar el pluralismo y el disenso democrático compite con la resistencia de gran parte del exilio.

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