1.Contexto
1.1Alfonso VI
1040-1109, resaltamos dos aportaciones principales de un intenso reinado de cuarenta y tres años y medio, la primera es el avance de la frontera meridional del reino desde el río Duero hasta el río Tajo con el hito de la conquista de Toledo, la segunda lo que se ha llamado la europeización terminando con la particularidad hispánica e integrándola a la cristiandad europea.
En 1077 recibe el título de Imperator Totius Hispaniae y en 1085 la conquista de Toledo marcará su apogeo. Beneficiado por el cobro de parias, sus reinos en frase de un cluniacense muy conocido, Fr.Justo Pérez de Urbel, era “el país de los tesoros escondidos” al que no serían ajenos ni la influyente y poderosa orden borgoñona ni Roma.
La exigencias económicas que se impusieron sobre el “emperador de las dos religiones”1 como gustaba denominarse, producieron la subsiguiente presión sobre los reyes musulmanes, lo que desencadenó las revueltas populares en sus reinos y la llamada en auxilio a los almorávides. Sólo un año posterior a la victoria en Toledo, la derrota de Zalaca marcará un declive que se verá rematado en la batalla de Uclés, la pérdida del infante heredero Sancho Alfónsez, que era fruto de la relación con una musulmana, representará el final de la dinastía.
1.2Cluny
Al inicio de la Edad Media en los territorios cristianos del norte de España se extiende un significativo número de monasterios en los que rige una gran diversidad de reglas.
En las dos décadas finales del siglo 10 este complejo y numeroso mundo monástico es acosado por las campañas de Almanzor y serán víctimas de la general destrucción y la depredación.
Este mundo monástico va a requerir en general una labor de reconstrucción pero también de profunda reorganización con el objeto de superar la debilidad de la atomización con el desarrollo de monasterios de mayor envergadura, más sólidos y más estables y donde pueda establecerse una forma de vida más normalizadas y homogéneas.
Las familias nobles que van a desarrollar la actividad repobladora se configuran como la primera nobleza del reino y son las que fundan uno o varios monasterios a los que se unirá su historia familiar en un marcado origen patrimonial, la participación de los monasterios en esta función repobladora ha llevado a utilizar el término de monacato repoblador.
Será a mediados del siglo XI donde claramente se verán los intentos de intervención y regulación y concretamente en el Concilio de Coyanza2, en el que se persigue un monacato más regulado y estable con comunidades más amplias de modo que se irán anexionando pequeños e inestables monasterios a otros que ofrecerán medios de vida más consolidados. Los modelos de consolidación teniendo en cuenta el fuerte carácter patrimonial se realizarán mediante la cesión de la propiedad al monasterio, cabildo u obispo impulsado casi siempre por la monarquía.
De todas las reglas la de San Benito obtuvo la preponderancia. Su incorporación como norma exclusiva en un monasterio fue a partir del siglo X aunque ya en el siglo IX se hallan referencias indirectas, la difusión relativamente tardía en la parte occidental de la península es debido en parte al apego a la tradición monástica hispano visigoda.
Vestidos de hábito negro y en riguroso silencio durante la penitencia, los monjes cluniacienses promueven la solemnidad del canto litúrgico y de la oración por encima del trabajo manual, un atractivo para numerosos aristócratas que deseaban acceder a la reclusión abacial pero sin la deshonra de las labores físicas.
Serían fuente de riqueza cultural que aportaría a los territorios socialización y humanización.
Las primeras relaciones con Cluny se remontan a Sancho III el Mayor con el abad Odilon para el desarrollo de la espiritualidad y las costumbres benedictinas en sus territorios. De forma independiente ya a mediados del siglo XI, en el territorio leonés se desarrolló primero de una relación personal con la cesión de diversos centros religiosos a otra institucional que incluso ha sido calificada de clientela basada en el pago de un censo que pasaría de mil a dos mil monedas de oro.
La elección en 1049 de Hugo el Grande como abad marca el punto de inflexión en las relaciones y el lanzamiento de su programa de expansión de las dependencias de la abadía, una importancia reflejada en su presencia personal en España para recaudar los fondos necesarios.
1.3Roma
La situación del pontificado en el siglo X sometido al emperador o de la aristocracia romana, no era la mejor para hacer frente a los problemas del Celibato, la venta de obispados y abadías, la simonía y el nicolaísmo. Debía de volverse a los orígenes restableciendo la disciplina eclesiástica y negando a las autoridades civiles el derecho a nombrar Papas, obispos y abades. La iglesia debía liberarse del poder de los laicos, retomando el concepto universalista.
La conocida “reforma gregoriana” fue emprendida por Hildebrando, formado en la abadía de Cluny y que el 22 de abril de 1073 se convertía en papa Gregorio VII. El poder pontifical se situaba por encima de cualquier otro poder imperial o real en la línea de la falsa donación de Constantino. Un episodio significativo de esta Reforma será el conocido como «Querella de las Investiduras» hecho que enfrentará al Papa y al Emperador y que no concluiría hasta 50 años más tarde con el concordato de Worms.
Se inicia un proceso de unidad en la iglesia y en este sentido, el monacato cluniaciense, también con devoción universal, estaba en conjunción con los objetivos del papa, se inicia un proceso de jerarquización orientado a una mayor control centralizado y una única liturgia en todos los reinos cristianos. Una empresa conjunta apoyada en el concepto universalista, que eliminará los particularismos y las diferencias y que en la Península Ibérica se aplicará al rito mozárabe, y donde veremos reflejadas las alianzas y juegos de poder que involucran al papa, Cluny y Alfonso VI.
1H. SALVADOR MARTÍNEZ, 2006, Vasallaje castellano-leonés a Cluny: de Fernando I a Alfonso VI. pg. 177.
2Concilio de Coyanza. Convocado por Fernando I y Sancha de León a mediados del siglo XI en la villa leonesa de Valencia de Don Juan se celebra el Concilio de Coyanza con el objeto de reformar la Iglesia Católica (ad restaurationem nostre Christianitatis).